lunes, 3 de abril de 2017

Discurso 40 aniversario AEM

Discurso 40 aniversario AEM

Tarragona – 29 de Marzo de 2017

Era el mes de julio del año 1972. Yo tenía 25 años y llevaba casi uno trabajando en la misma empresa en la que aun hoy estoy, y voy camino de los setenta.
Organizamos entonces, con el entusiasmo que era característico de Vicente Valencia, el ‘Primer Seminario de Mantenimiento de Máquinas Eléctricas’.
Como profesor del Seminario, Manuel Corretger Rauet, entonces Jefe de Mantenimiento de Saenger, S.A. hoy consultor y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Mantenimiento, de la que también fue miembro fundador.
El lugar escogido, el Hotel Rigat Park en Playa Fanals de Lloret de Mar. (Entonces los turistas eran otra cosa)
El temario:
Primera Sesión
Funciones y necesidades del Entretenimiento
Defectos del Servicio
Mantenimiento óptimo
Clases de Entretenimiento: Correctivo, Preventivo y Reforma
Subcontratación del Mantenimiento
Coloquio, seguido de aperitivo y cena

Segunda Sesión
Mantenimiento de motores y transformadores. Planing de Entretenimiento preventivo.
Coloquio, aperitivo y almuerzo
(El programa lo diseñó Manuel  Corretger ¡)

Empresas Invitadas
(Relaciono las empresas invitadas, no ya por la relevancia que tenían entonces, sino más bien por subrayar cómo ha cambiado el panorama industrial)
Aliada Química,  Basf Española,  Cementos Fradera,  Cia. Roca Radiadores, Cyanenka,  Dow Unquinesa,  Glucosa y Derivados, Grober,  Industrias Químicas Asociadas IQA, Industrias Químicas y Tartáricas,  Industrial Química Tarragona,  La Auxiliar de la Construcción-Cementos Sanson, La Papelera Española,  La Seda de Barcelona, Materiales y construcciones- MACOSA, Metales y Platerías Ribera, Productos Electrolíticos – PESA,  S.A. Cros,         S. A. de Fibras Artificiales – SAFA, Sociedad Española de Automóviles de Turismo – SEAT, Sdad General de Aguas de Barcelona, Sociedad Nestlé – AEPA, Torras Hostench.

En marzo de 1976 organizamos el Segundo Seminario, en el entonces emblemático Hotel Princesa Sofía. Y fue allí, con un mayor número de invitados y en plena discusión-coloquio cuando un humilde Ernesto Verdera Tomás, levantó el dedo índice, que no la mano, y formuló un deseo: ‘nos podríamos constituir en Asociación de Mantenimiento’ y entonces empezó todo. Y no fue en absoluto nada fácil ¡

Hoy, coincidiendo con la celebración del 6ª Congreso Español de Mantenimiento, la Asociación rinde homenaje la los Socios de Honor, con el nombramiento del que fue durante años su primer Presidente, José Luis Fabrés Díaz,  por lo que  ya somos 4 los nombrados  en estos 40 años, dos ya fallecidos, Vicente Valencia y hace unos días Salvador Gabarró, que esperábamos estaría esta noche aquí.

Y yo quiero referirme a aquellos que si hoy estuvieran con nosotros, seguramente también tendrían este Honor. Y lo haré por orden numérico, es decir por el número de socio según el libro de registro.

Felipe Basco Ricart, Doctor Ingeniero Industrial, paciente, inmutable, cordial siempre, conciliador, el gran introductor del Mantenimiento Contratado en la gran industria Española. De Glucosa y Derivados al proyecto de creación de Mantenimiento y Montajes, MASA.

Enrique Moreu Malaret, también Doctor Ingeniero Industrial, que se fue a Oslo para introducirnos en la flor y nata de las asociaciones del mantenimiento europeas, la EFNMS-European Federation of National Maintenace Societies. De la jefatura de Mantenimiento en Cia Roca Radiadores de Gavá a Director de Cerámicas del Foix.

Ernesto Verdera Tomàs, Maquinista Naval,  catedrático de ‘Motores de Combustión Interna’ en la Escuela Superior de la Marina Civil de Barcelona. Logró ser el español número ‘dos’ en obtener el Doctorado en Mantenimiento en medio de un proceso de quimioterapia. Nos dio una gran lección de entereza a todos, y sin perder aquel humor tan suyo.

Antonio Jiménez Rueda, Ingeniero Industrial, cordobés, primero en Málaga en Amonesa, (Amoníaco Español) entonces de la Estándar Oil,  vendida a S.A. Cros en 1970 y de aquí su definitiva residencia en Barcelona. De la Estándar Oil heredó aquel estilo suyo tan preciso, ortodoxo, de hacerlo todo, no bien, sino mejor. Fue el artífice de la encuesta que la AEM publica cada cinco años sobre ‘La Situación del Mantenimiento en España’, libro de lectura obligada, de mesita de noche.

Martín Cuesta Álvarez, Ingeniero Aeronáutico, aunque se enorgullecía de haber sido primero, Perito. Cerebro privilegiado, el rollo número uno, le llamaban los de su promoción de tanto que hablaba. Publicó un gran número de libros y artículos sobre los motores a reacción. Director General de Aeropuertos y también de  Mantenimiento de la flota de Iberia. (Recordarán algunos  aquél slogan, debajo de una llave fija y una rosa, que rezaba: ‘Iberia, donde el avión recibe más atenciones que usted’).
Profesor de los Ingenieros de vuelo, también llamados mecánicos, en la Escuela Superior de Ingenieros Aeronáuticos. Poco antes de dejarnos, le faltaba una asignatura para ser Maestro Nacional, la de música. Empezó a estudiarla a los 81 años, una semana antes del examen. Obtuvo un sobresaliente. La última vez que nos vimos me nombró su heredero en lo referente al título de ‘rollo número uno.’

Luis Targhetta Arriola, Doctor Ingeniero de Minas, Doctor Ingeniero Aeronáutico, Director y Catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de Madrid. Otro sabio como Martín Cuesta, despistado como suele ser. Aquella tarde noche en la explanada de la Feria de Madrid, en la Casa de Campo, aseguró que le habían robado el coche. Su hija, y secretaria de la Escuela de Minas, nos aconsejó que dejáramos pasar un rato, que al final habría un solo coche en la explanada, el suyo. Así fue. Nos acompañó al hotel por la Castellana, eso sí, unos cientos de metros por el carril contrario.
En el 10 Congreso Europeo de Mantenimiento él y Martín nos representaron con sendas conferencias. Durante los días que allí estuvieron  intentaron conectar por teléfono para verse, y no lo consiguieron. Resultó que ambos estaban en el mismo hotel. Hay una fotografía en la que se ve a Don Luis pronunciando su conferencia, por cierto en Italiano, en la que al final del pantalón por encima del zapato, asoma un pijama de rayas.

Pedro Paredes Navarro, Ingeniero Industrial que sustituyó a José Luis Fabrés en el cargo de responsable del departamento de Ingeniería y Mantenimiento de Cia Roca Radiadores. Luego  Director de la Factoría de Roca en Gavá. Se incorporó unos años más tarde a la Junta Directiva de la AEM. Pero hay enfermedades que cambian el rumbo de las cosas.
Y los hay que sí están con nosotros y aunque son muchos quiero hacer especial mención de algunos de ellos.

Juan Pedro Maza Sabalete, de todos conocido, y que en Repsol lo ha sido todo. Primer Doctor en Mantenimiento de España. Fue el segundo presidente de la AEM  y Director de la Revista Mantenimiento, en fechas muy recientes. Fue él quien propuso se me nombrara Socio de Honor en el año 2007, en Madrid, por sorpresa. Hoy al menos he tenido tiempo de preparar unas palabras. Dijo en aquella ocasión en su discurso que yo poseía inteligencia ‘lateral’. La suya es ‘esférica’.
Juan Pedro sigue siendo hoy la persona que más claras tiene las ideas de lo que el Mantenimiento significa en todos los ámbitos.
A pesar de haber ocupado cargos de gran altura y responsabilidad, jamás dejó su afición por el mantenimiento y coordinó siempre a los departamentos que operaban esta disciplina en todas las refinerías de Repsol.

Y un discípulo suyo muy aventajado, asturiano de pro,  gallego por afición, y catalán porque aquí estudio y Monserrat se llama su esposa, y que ha ido siguiendo sus pasos y que actualmente dedica, con tanta cultura adquirida, una gran parte de su tiempo a la Asociación. Me refiero a Gerardo Álvarez Cuervo.

 La Revista Mantenimiento ha pasado a lo largo de su ya dilatada vida, (está por encima de los 300 números publicados), momentos complejos siempre superados. Los peores, el inicio de la crisis y los años siguientes en los que perdura, ya no como crisis, sino como cultura de la precariedad.
Mi reconocimiento por haberlo hecho posible a Pedro  Rodríguez Darnés, que fue su Director desde el número 18 hasta el 280, casi 22 años, y a Agustí Tresserra Amigó  que le acompañó con su espacio, ‘Manteniendo la Sonrisa’. Pedro con el ADN de La Seda de Barcelona y Agustí con el de Cementos Molins.
Y hay más a quienes agradecer, la lista es muy larga y que no se enfade nadie si lo dejo aquí. (En la Red y bajo el título genérico de Historias del Mantenimiento, en uno de los artículos que allí público, hago mención de la Gloriosa Caballería, y allí están casi todos).
Personajes los que esta noche he nombrado que fueron y son el ‘pedigrí’, …la raza, que le ha dado a la Asociación Española de Mantenimiento el prestigio que hoy tiene y que estoy seguro seguirá con  los que están ahora y de los que están por venir.

Y tan solo me queda pedir perdón y comprensión a mis hijas, Anna, Clara, Marta y Alba, por haber llegado a casa tantas y tantas noches, cuando ellas ya dormían.

Muchas gracias por vuestra atención.
Salvador Carreras Cristina
Marzo, 2017

martes, 9 de agosto de 2016

El talento

Si Jean Paul Sartre hubiera escrito sobre el Mantenimiento, hoy leeríamos que la esencia de sus técnicos, no está predeterminada sino que se construye día a día mediante los actos que, desde la libertad y la responsabilidad, confirman su existencia.

La responsabilidad no se cuestiona, está claro. Pero la libertad de decisión no es aplicable en la mayoría del colectivo de responsables del mantenimiento, y si este colectivo no expresa mayor conmoción, es porque percibe que la seguridad y la autoridad están en otra parte.

Hoy los “economicidas” son los que tienen la información que interesa y por lo tanto el poder. Y a los técnicos les queda el margen del silencio. Pero este es un margen de maniobra, que con talento, también se puede transformar en poder. Y aquí cada cual tendrá que entenderlo, o no. En el segundo caso, el lamento, será el discurso diario.

Es cierto que no todo el colectivo, tiene este talento, aunque hablemos de capital humano.
Los hay que no tienen disposición para el trabajo en equipo, que no son capaces de tomar decisiones y no saben trabajar bajo presión.

Pero los hay que tienen criterio propio, que están dispuestos a correr riesgos, a aportar propuestas, a actualizar permanentemente sus conocimientos. Que están dispuestos, incluso a reclamar, espacios de decisión compartida.

Se trata de abrir espacios, de proponer tareas, de reconocer el amplio ámbito de lo que es discutible, de lo que se puede hacer de otra manera. El criterio propio, el fecundo desafío.

“Quiénes saben, deben saber hacer, y los demás deben dejar hacer. “

El “economicida”, que no el economista, es como el asqueroso,  que se come sus propios mocos secos porque le saben a pipas. Y todos ellos en su seguidismo hacia los “gurús”, en su mentalidad de estafados del tocomocho, son tan cretinos como Sancho Panza, que llega a parecer más demente que el propio Don Quijote.

Ya hace tiempo que vengo instigando y pronosticando la revolución  de los técnicos  a través del “talento “. De momento, tan solo es un acto de fe. 

Salvador Carreras  Abril-05 / Retoque Julio 2016




jueves, 4 de junio de 2015

El Mantenimiento y las ausencias

El Mantenimiento y las ausencias

      “No es bueno que el hombre esté solo” Génesis, II – 18 - 23

Y Yahweh, al verlo solo, le dio una compañera.

Muchos recordarán aquella película de Billy Wilder “The Seven Year Itch “(1955) que llegó a España con el título “La Tentación vive arriba” protagonizada por Tom Ewell y Marilyn Monroe basada en una obra de teatro de George Axelrod. En el cartel, Ewell iba de primero, pero hoy pocos se acuerdan de él. En cambio Marilyn sigue y seguirá siendo un mito.

Marylin Monroe en una de las escenas
de la película
En la obra de Axelrod la historia va del marido que se queda solo en casa por cuestiones de trabajo mientras la familia se va de vacaciones. Quedarse de Rodríguez, se decía años ha en nuestro país. Entonces, en verano, para recorrer la distancia entre Madrid y Benidorm o entre Barcelona y Cadaqués había que invertir la totalidad del tiempo que duraba un fin de semana.

La soledad del protagonista termina pronto al conocer casualmente a la vecina de arriba.

Una de las frases, en boca de ella, más conocida del film es la de, “Con los hombres casados siempre es mejor. Pase lo que pase jamás te pedirán que te cases con ellos”.

Y yo pretendo hablar del caso contrario, es decir, del marido que se va del hogar por trabajo y deja a la familia en su hábitat natural, con o sin hijos, y en este último supuesto, estén en la guardería, en la escuela o en la universidad.

No haré distinciones entre los que se marchan por asuntos concretos normalmente de períodos más cortos o los que lo hacen obligados por circunstancias en las que la elección no la hace él. “O vas, o estás en la calle”. Aquí el tiempo de ausencia lo define la distancia que existe, en general más de un año, entre el momento del comunicado y el de la prejubilación.

Pero si que quiero, entre otras cosas, referirme a las condiciones que rodean el éxodo. Los hay que van y vienen, siempre en lo que yo aún llamo “Gran Clase” -y los que van y de, Pascuas a Ramos o si se prefiere de higos a brevas, regresan por unos días en condiciones de “Poca Clase”. Volar en cabina con sobrecargo y dos azafatas para 10 viajeros, ignorando la existencia de los trescientos que van debajo, con menú elaborado por el Zalacaín regado con reservas de Rioja o Ribera de Duero, no es lo mismo que volar en la cola del B-747, alias Jumbo, junto a la puerta de uno de sus numerosos lavabos, con críos que berrean, mayores que por no aburrirse molestan entrando y saliendo de su asiento que en general está situado en el lugar donde hay más gente a la que pisar, y aquel olor de comida recalentada que lo impregna todo.

Yo que me considero un “man viajado” dicho en “spanglish”, “caló chicano”  o “llanito gibraltareño”, nunca he estado fuera de casa más de cinco días y por lo tanto no puedo ser testimonio más que de aquella soledad de la habitación del hotel al cerrar la puerta antes de acostarse. La soledad de aquellos que permanecen mucho más tiempo la conozco por lo que ellos mismos me han contado y por lo que yo he podido ver. Y esta soledad tiene los días contados, como en la película de Billy Wilder.

El primer viaje lo haces en “business class”. En el aeropuerto de destino te espera un chofer nativo que te cuenta las maravillas que vas a vivir. El hotel, de cinco estrellas, está en el interior de un conjunto residencial absolutamente protegido. Es la zona alta, allí donde viven los que ignoran tanta barraca, ignorancia de quién no quiere ver, claro.

Son los primeros días. Te acompañan a todas partes. Te enseñan lo más folklórico. Pero los que de ello se ocupan están un poco hartos y poco a poco te van soltando y a espabilar.

En el hotel y antes de acostarse, tertulia con aquellos que también están de paso ya sea por poco tiempo o por indeterminado, cosa que solo sucede si es hombre de categoría. Alguno se despide pues le toca viaje a Turquía para recalar más tarde en Argelia o Túnez antes de hacerse cargo también de asuntos en las fábricas que la empresa tiene ahora en China. El whisky con soda y mucho hielo anima el cotarro. Los más antiguos cuentan las batallitas a los más jóvenes. ¿Qué sería de las fábricas si no fuera por el mantenimiento y por descontado si no fuera por ellos, que llevan en la sangre el espíritu del sacrificio y la abnegación? Y se cuentan las cosas del día y luego las anécdotas, primero sobre el oficio y luego sobre los lugares dónde se ha estado y finalmente algunos hablan abiertamente de aventuras vividas.

Y me refiero a esas aventuras, que si son de corto alcance, las podemos llamar por su nombre o sea sexo y de aquellas más duraderas en las que hay algo más. Tener compañía con todo lo que ello significa.
Hay un viaje de regreso a los pocos días que ya estaba pactado en la ida. Así no se produce ningún trauma. Ir atemperando. Los jefes lo saben. En el avión se pueden comprar regalos para la familia. ¿Cuántos relojes swatch habré comprado yo?

Y sin darte cuenta estás de nuevo subido al avión, todo pagado claro, y sigues siendo un hombre importante, viajas en “business”. Y o casualidad el hotel estaba lleno y te han encontrado otro de cuatro estrellas que tiene la ventaja que está más cerca de las oficinas centrales de la compañía. El chófer estaba ocupado y mejor un taxi que casualmente lo conduce un gallego. Ya no hay bienvenida y aquellas magníficas tertulias desaparecen. Cada uno a lo suyo. Por descontado tienes los viajes de regreso pagados, pero solo los tres preceptivos de Navidad, Semana Santa y vacaciones. Los otros van a tu cargo y aunque sea en clase turista valen una pasta. Una pasta que ya no ahorras pues las condiciones económicas ya no son las de antaño. Y ya en el tercer viaje te sorprenden con que tienes que vivir en un edificio de apartamentos, con vistas siempre, con tu habitación y compartiendo sala de estar, televisión y lavabo con otros que como tú han seguido anteriormente el mismo camino.

Y te levantas y aparece la Silveira, una mujer más que madura, bajita y rechoncha, con bigote y barbilla de pelaje fino y negro, así no hay disputas entre los huéspedes, con su uniforme de finas rayas azul y blanco, sin cofia, y un delantal blanco también, pues está dispuesta a prepararte el desayuno. ¿Qué quiere desayunar el señor? Y tú le dices lo que quieres y ella te dice que de eso no tiene y acabas por comerte lo que ella ya tenía preparado porque aunque tú te hayas levantado a las cinco ella lo ha hecho media hora antes. Hechas las camas y quitado el polvo, sestea viendo los culebrones que la televisión le ofrece.

Y luego llega la noche. La Silveira sentada en el sofá de la sala de estar viendo la televisión te ha preparado unas judías que no son pochas ni son les fabes asturianas. El vino no está en el menú. Agua o Cola. Y en lugar de pan hay tortas tal y como dice el refrán. Al segundo día ya vienes cenado, como hacen los demás. Y aquellas tertulias se suceden en la barra de un bar donde unas uniformadas, guapas y jóvenes chavalas te ofrecen una copa de Chivas Regal que está en promoción. Pero eso cansa. Y a ellas también. Ya tenemos un punto en común que por algún lugar hay que empezar.

Porque ellas están en la universidad y lo de las promociones es para pagarse los estudios. Alguna su bisabuelo vino de Canarias.

Los más listos hacen como los marineros, un amor en cada puerto sin obligaciones ni reproches, nada serio. Otros se encaprichan, encoñarse dicen los maledicentes, por aquello de que es más joven y sin duda está que quita el hipo, y siempre está lista para salir a divertirse pues no tiene nada más que hacer y sabe que la relación le puede asegurar lo que de otra manera no podrá conseguir. En ningún momento él contempla la infidelidad que llegará, y menos aún que se arruinará detrás de toda la familia de ella que irá apareciendo y poco a poco instalándose en su vida. Y se verá abocado a un segundo divorcio que le obligará a regresar al hogar paterno si lo hay, ya que no podrá asumirlo económicamente, o bien ir de realquilado sin demasiados derechos. A algunos, ya maduros, hay que comprenderlos. Cuando fue el momento de disfrutar de la propia juventud y de la ajena, de la piel tersa, de los besos ardientes, de labios de rojo ciruela, de los muslos que rompen las uñas y todo lo demás que estaba aún por descubrir, contaban tan solo con un Seat  600, de segunda mano y pagado a plazos, situado en algún lugar medio escondido, vaho en los cristales, miedo de algún intruso, pero eso sí, acompañados de un puñetero freno de mano muy molesto. Y años más tarde y por culpa del oficio redescubren aquello de lo que no pudieron disfrutar en toda su extensión cuando tocaba.

Pienso que sí que acaban siendo comprendidos pero antes ha habido mucho choteo y alguna que otra envidia cuando raramente la historia acaba bien.

Una compañera en cada puerto resuelve el problema de ambos. Se acabaron los hoteles. Un apartamento o casita con calor de hogar. La comida casera y autóctona. Ropa limpia y bien planchada. Un ropero que no hay que trasladar y que te permite viajar ligero. Tan solo tienes la obligación de avisar un par de días antes de tu llegada. Ella tiene unos ingresos extra y cuando no estás tiene toda la libertad para hacer su vida. No hay compromiso. No hay preguntas. Una fidelidad a tiempo parcial. Hacerle llegar unas flores por si en su cumpleaños no estás allí es todo un detalle.

Y llega un día en el que te dicen que aquello se acabó, que a finales de año te prejubilan o jubilan, y tienes el tiempo preciso para volver a cada puerto. Y es entonces cuando afloran los sentimientos que todos juraban que no existían. Y prometen que volverán por su cumpleaños ya con carácter privado pues con tanto viaje tienen un montón de puntos acumulados. Pero los puntos se acaban y las escusas también.

Pero hay otras causas que obligan a desplazarse. Es corriente que suceda que se trate de una intervención puntual cifrada en un tiempo razonable que por circunstancias se  alarga más de lo previsto. Entonces aparece el directivo que con la mejor voluntad ofrece a los desplazados un viaje con estancia de unos pocos días a las esposas correspondientes si es el caso. Primero lo consulta a los interesados y sorpresa. ¿Mi mujer? ¡Ni se le ocurra! He podido observar que ello sucede con los más mayores. Los más jóvenes, aparentemente, lo ven con buenos ojos.

Y también están todos aquellos que supieron llevar esta etapa de la vida con absoluto estoicismo, es decir,  con autodominio, serenidad y con la felicidad que da la virtud.

En cualquier caso tanto a unos como a otros, en aquellas épocas en las que la tecnología de la comunicación aun no era de uso masivo, yo hoy los considero un “mito” silencioso del mantenimiento igual que lo fue en el cine Marilyn aunque en este caso bien sonoro.

Salvador Carreras Cristina

Sant Just Desvern, mayo 2015

lunes, 14 de noviembre de 2011

Discurso Nombramiento Socio de Honor


Asociación Española de Mantenimiento


Cuando en el seno de la Junta Directiva de AEM se propuso otorgar el galardón de Socio de Honor de la Asociación, rápidamente se me vino a la mente la imagen de Salvador Carreras.
Una vez que se aprobó la propuesta y se procedió a la elección, no tuvimos la oportunidad de un amplio debate: rápidamente y por unanimidad se eligió a Salvador Carreras.

La AEM tiene 30 años (1976) y es posible que algún socio joven o incorporado recientemente quiera preguntarnos quien es Salvador.

Y en primer lugar hemos de decir que es un hombre de la AEM. Ya no recuerdo bien si conocí antes a Salvador o conocí antes a la AEM o al embrión de la AEM. Para muchos la AEM era Salvador, o era la cara próxima de la AEM. Desde el primer momento desarrolló una actividad evangelizadora efectiva. Estaba en todas partes convenciendo de las bondades de la Asociación. Su entusiasmo, su pasión, su dedicación, eran contagiosas. Pero contagiosas en el más amplio sentido de la palabra, porque rápidamente te veías comprometido a contar en una ponencia la experiencia interesante que habías tenido, o a participar en una mesa redonda a cuenta de una lectura de la que habías hablado. Y todo esto hecho con sentido del humor y una simpatía que, en ocasiones, se mostraba como una fina ironía.

De esta manera, la pasión se transformaba rápidamente en proyectos para la AEM de lo más variado y se le abrían muchas puertas en empresas y organismos de todo tipo. Aunque alguna vez, en la búsqueda de colaboración se terminara en la sala central de un velatorio. (La Coruña)

Los que no vivíamos en Barcelona sabíamos que, como he dicho esta noche, en la AEM había un grupo muy cohesionado que la elaboraba día a día. Pero desde fuera Salvador era la cara de la AEM, o su alma.

Pero ser un hombre de la AEM no describe del todo a una persona. Todos los que venimos colaborando con la Asociación compatibilizamos esta colaboración con nuestro trabajo profesional. Y Salvador es un profesional serio, conocedor como nadie de las máquinas eléctricas y conocedor de las necesidades reales de todos sus clientes. Él siempre ha estado donde se le ha necesitado, ayudando a los Jefes de Mantenimiento, poniendo modernidad, enseñando y haciendo realidad la frase acuñada “de día, de noche, lloviendo, el fin de semana, el día del partido”.
Yo nunca lo olvidaré en un pequeño coche por Sierra Morena, el vibrómetro en ristre, buscando una estación de bombeo del oleoducto Málaga – Puertollano, para tratar diagnosticar los problemas de uno de sus motores. Un gran profesional.

Pero este gran profesional, hombre de la AEM tiene un alma realmente creativa. Es un ejemplo claro de eso que llaman inteligencia lateral. Siempre tiene a mano otra visión de un problema, otro punto de vista novedoso de lo que se está opinando y lo expone integrando. Aunque sorprende, siempre agrada encontrarse con otra visión creativa que no se nos había ocurrido. Esta personalidad creativa le hace tener una fina sensibilidad por el arte, la música, la pintura. Pero entrando de lleno, habla de pintores, habla con pintores, nos habla de ángulos, nos habla de una luz.

Por ello es capaz de sorprendernos organizando un Congreso de Mantenimiento en el Palau de la Música y organizando una exposición de cuadros de Carnicer donde los protagonistas son los sencillos elementos del mantenimiento: un engrasador, una balleta, una llave inglesa o un casquillo eléctrico de latón.

Y a estas cualidades hay que añadir su humanidad. Se trata de un hombre fundamentalmente generoso. Generoso con su familia, con los amigos, con los compañeros de la AEM y con la gente de la calle. Habría muchas anécdotas para contar que lo pondrían de manifiesto. Ha sabido conjugar perfectamente la relación con los que han sido sus superiores y usar un trato de respeto y proximidad con los que han sido sus colaboradores. Un equilibrio difícil de conseguir.

A este hombre bueno, ameno, creativo, gran profesional y con la primera imagen genuina de la AEM, hoy lo nombramos Socio de Honor de la AEM con todo nuestro reconocimiento y afecto.


Juan Pedro Maza Sabalete
Presidente de la Asociación Española de Mantenimiento
Presidente Repsol YPF Latinoamérica
Ex - Director General de Petronor
Ex - Director de las refinerías de A Coruña y Cartagena


Madrid 24 de Octubre de 2007



Socios de honor hasta la fecha

D. Vicente Valencia Daroca ()
D. Salvador Gabarró – Presidente Gas Natural
D. Salvador Carreras Cristina – Director Técnico de Petit











miércoles, 24 de marzo de 2010

Entrevista a Salvador Carreras- Miembro fundador de la AEM


Socio Fundador y 1er Secretario General de la Asociación Española de Mantenimiento .
Director Técnico de Talleres Petit, S.A.


Un poco de historia
Nací en Badalona en el 47, al lado de las actuales tres chimeneas, en un chalet para ingenieros de la desparecida S.A. Cros. Mi padre era ingeniero químico. A los 7 años ya conducía máquinas de tren diesel, tractores y otros artilugios mecánicos. La fábrica ocupaba un buen número de hectáreas. Controlarme era difícil, y siendo entonces un gamberro en potencia, se decidió internarme en La Salle de Figueres, ciudad cosmopolita ya entonces, y de donde era mi madre. Allí coincidí ocho años, con Lluis Mª Llach, desde el primer día, hasta que nos fuimos. El “Preu” lo hice en La Salle Bonanova.
Luego la Escuela Industrial de la calle Urgell. Ingeniero Técnico Eléctrico. Entre medio, dos veranos en el campamento de Los Castillejos y finalmente, cuatro meses de riguroso invierno en Astorga.
Y a trabajar. Primero y para formarme, en regulación y control, S.A. Cros me introdujo en Junyent y Bofill. Luego un período de prácticas en Electroquímica de Flix, y posteriormente en la fábrica donde había nacido y ya como responsable del Taller Eléctrico y de Instrumentación.
Allí conocí a Vicente Valencia, Gerente de T. Petit, y a Fernando Martínez, comercial él, de los que ya no quedan. Nos reparaban los motores eléctricos. Me ilusionaron y me fui con ellos. Era el año 71. En el 77 ya fui capaz, junto con otros, de crear la Asociación Española de Mantenimiento, y ocuparme de la dirección técnica de Petit.
En Petit aún sigo. En la AEM, de la que fui su primer Secretario General, estuve en este “encargo” 26 años. Ahora estoy en el Consejo Consultivo, es decir, no estoy.
El pasado octubre y a traición, fui nombrado Socio de Honor de la AEM. Me habían precedido, Vicente Valencia y Salvador Gabarró, este último, entonces gerente de Cia Roca Radiadores.
Muchas horas con D. Juán Antón Maragall i Noble, en la Sala Parés de la calle Petrixol. Aprendí mucho sobre arte. Me propuso para miembro del jurado que otorga cada año los premios de pintura joven.
Y como que aún quedaba tiempo, empecé a organizar los encuentros de Pintura y Gastronomía, el último en “La Boquería”, coincidiendo con su nombramiento como el mejor “mercado municipal” del mundo.
Tengo cuatro hijas, Ana, Clara, Marta y Alba, y dos nietos, Alejandro y Biel. (Hoy 06/09 hay que añadir a Jan)

Talleres Petit
Talleres Petit, desde 1880, es una empresa dedicada al mantenimiento y reparación de las máquinas eléctricas rotativas. Sobre las empresas del grupo Petit, yo destacaría, como pilares de su larga existencia, el espíritu de servicio, el conocimiento del oficio, y la honestidad y el juego limpio con sus trabajadores, clientes y proveedores. En Petit, más que capital humano, hay talento.


Entrevista
De entrada Salvador mi sincero agradecimiento por aceptar esta entrevista. Bien, empecemos. ¿Podrías decirnos, desde tu posición como Fundador y 1er Secretario General, que es y debe ser la Asociación Española de Mantenimiento?
Al principio y como “Comisión Gestora” era un “club” de entusiastas del mantenimiento. Reunión semanal, en la tarde noche, todos los lunes en la C/.Doctor Dou. Cava, jamón y queso, gentileza de Petit. Luego cena ligera en el restaurante Cal Ton. Y más de lo mismo. Queríamos “tecnificar” y “dignificar” el mantenimiento. Creo que se ha conseguido. El tiempo y las necesidades han conformado cambios constantes, que la han engrandecido. Hay que recordar que lideró la creación de la Asociación Iberoamericana de Mantenimiento. Y esos cambios seguirán como todo lo que está vivo. Será siempre el referente del mantenimiento en España.
¿Cómo y por qué se fundó AEM? ¿La necesidad del momento, en 1977, es válida en la actualidad o se enfocaría hacia otro contexto?
Cómo se fundó es largo de contar y en ello está su primer presidente José Luis Fabrés, recopilando, y supongo que en breve se publicará. La razón ya la he comentado antes: tecnificar y dignificar este oficio. Las necesidades del 77 ya no son las de ahora. Pero están, aunque muchos las oculten. Unos buscan y otros predican recetas que no existen. Hay que “reinventar” el mantenimiento para sacarlas a la luz.
Los técnicos en su sitio, con la orgánica sobre la mesa, y los que no lo son, al sótano, como los covachuelistas, con la visera y los manguitos.
Y allí, que gestionen “atmósferas”.
Recuerdo con mucho cariño cuando, allá por el año 1982, me convenciste para que me asociara a AEM y colaborará con la Junta. Y de ello hasta la fecha. ¿Era esta una de tus misiones específicas en aquel tiempo o lo hacías por que lo sentías?
En la Asociación hacía falta talento, diversidad y compromiso. Desde Petit tenía la oportunidad de conocer a muchos de los que se dedicaban a estos menesteres y que poseían estas cualidades. Así os pude engañar a ti, a Agustí Tresserra, a Antonio Jiménez, a Ernesto Verdera y a otros tantos. En tu caso en particular tenía claro que además me sucederías. No me equivoqué con ninguno.

Con tu siempre ponderada opinión y crítica constructiva, ¿cómo ves a AEM de cara al próximo futuro? ¿Qué consideras esencial en su organización para mejorar su proyección, no tan solo de imagen, sino de servicio?
Pasados los primeros años y después de discutir “ad infinitum” el “pro y la contra” del mantenimiento contratado, las actividades se han diversificado. Los comités sectoriales son una buena prueba de ello. Pienso que los peces chicos se pueden comer al grande y quizás no sea malo.
Hay que incrementarlos y potenciarlos.
Habrá que ser hábiles para mantener en todo caso a la AEM como “ente superior”, en donde todos tengan cabida.
El pasado mes de octubre de 2007 AEM celebró el 30 aniversario de su fundación y en el acto central del mismo te otorgaron el título de Socio de Honor. Un acto tan emotivo como merecido. ¿Qué representó para ti? Me consta que a todos los asistentes les llenó de satisfacción.
Juan Pedro Maza, prohombre del mantenimiento, me engañó. Me invitó a una cena conmemorativa del aniversario. Una oportunidad para ver a mi nieto, que aunque nacido en Barcelona, ya es madrileño, por aquello de la movilidad geográfica y los ascensos con “objetivos” incluidos. Antes de la cena se apiadó de mí y me comunicó lo de mi nombramiento como socio de honor. Rápidamente a la barra a pedir un “gintonic”
Tomé algunas notas entre plato y plato y fui capaz de hilvanar un breve parlamento, (era ya medianoche), que dicen estuvo bien. Tardé mucho en conciliar el sueño pensando en todo lo que pude haber dicho y no dije. El parlamento previo de Juan Pedro me emocionó. Un caso de inteligencia lateral, dijo.
Por descontado muy satisfecho, pero el mayor lujo hubiese sido que hubiesen estado allí, todos aquellos a los que quiero.
Tu trayectoria como Secretario General de AEM ha sido muy extensa y dilatada, tanto en tiempo, desde su fundación hasta la renovación de Junta del 2001, como en actividades. ¿Cómo recuerdas este tiempo? ¿Qué destacarías y qué cambiarías si pudieras?
Para recordar, tengo que pensar en ello, si quiero que adquiera dimensión. Como no suelo hacerlo, me parece muy lejano y breve. Total, 26 años.
Fueron muchas las personas a las las que conocí y muchos los eventos que se organizaron. Y tengo el recuerdo agridulce de que siempre, al terminar, me embargaba la soledad.
¿Qué cambiaría?,... nada. El tiempo que no dediqué a mis hijas ya es irrecuperable.
Imagino que con tantos años como Secretario General de AEM te habrás encontrado con situaciones pintorescas. ¿Tienes alguna anécdota o recuerdo entrañable que haya sido significativo para ti?
¿Anécdotas?. Si claro, tantas como eventos. Mayo del 86, Palacio de la Música de Barcelona. Celebrábamos el 8ª Congreso Europeo. Cenamos en el desaparecido teatro Scala.
De pronto, emergió de entre las mesas un “ramillete’ de chicas en “top les”.

La delegación China abandonó el local. Herencias de Mao Tse-Tung.
Y el famoso “velatorio” en A Coruña, cuando Juan Pedro Maza era el director de la refinería. Merece un artículo que ya publicaré algún día.

Célebre también el encuentro casual de un “afamado” y “maduro” representante de la Federación Europea, italiano él, mordiendo el cuello de una sorprendida y asustada azafata. Que mal rato pasé.
Esto confirma la vertiente erótica del mantenimiento.

¿Recuerdos entrañables?. Todos los que viví con los que ya no están. También de los que están, claro, y de los que tengo la suerte de seguir escuchando.

Eres una persona que hace culto de la amistad, me consta. Y se que guardas imborrables recuerdos de amigos que han pasado por la Junta Directiva o han colaborado con AEM y por desgracia ya no están entre nosotros. ¿Algún recuerdo en especial para ellos o de ellos?
Vicente Valencia fue mi maestro. De Enrique Moreu recuerdo la voz de mando. De Ernesto Verdera la sabiduría humilde. De Antonio Jiménez, el método, la perfección en todo. Al rebufo de todos ellos hoy me puedo considerar portador de una parte de sus conocimientos. Mi vida profesional no hubiera sido la misma. Y eso es “incuestionable”.
Mucho aprendí también de Luis Targueta, Arnold Ogus, Adriano Montero Leite,... Era como estar dentro de la “jet-set” sin haber pertenecido nunca a ella.Diría que toda o casi toda tu vida profesional la has dedicado a Talleres Petit. En la actualidad eres su Director Técnico. Por favor, ¿podrías hablarnos de tu trayectoria profesional, de Talleres Petit, de su evolución y planes de expansión?
Ciertamente hasta hace unos años he estado a caballo entre T. Petit y la AEM.
Ahora me dedicación a Petit es absoluta, aunque sigo colaborando puntualmente con AEM y la revista Mantenimiento. Hace ya 1 siglo, Petit tenía contratos de mantenimiento para el engrase de motores de pequeñas industrias y comercios. Hoy sus técnicos viajan por el mundo, en representación de Petit, de los grandes fabricantes y de empresas de producción europeas con fábricas en el extranjero.

Diagnóstico de averías, puestas en marcha, supervisión de trabajos, reparaciones “in situ”, inspecciones menores y revisiones mayores de los grandes grupos de generación de energía,...

La polivalencia y el espíritu de servicio son la base de esta expansión. El contrato indefinido, el salario adecuado al conocimiento y a la actitud, la formación continua y variada, son aspectos irrenunciables.
En estas condiciones la expansión se produce por si sola, pausada y sin perder el arraigo.

Nuestro oficio se ha diversificado y los trabajos clásicos de taller empiezan a perder la hegemonía de siempre a favor de los trabajos en el exterior. Pensamos que ha sido un acierto reparar máquinas, por debajo de su coste, sustituibles por nuevas, al objeto de dar trabajo a la gente joven para formarlos en lo que es básico en nuestro oficio. Podemos considerar que una parte de los talleres son centros de formación.

Cómo ves el mercado actual desde la posición de Empresa de Servicios? ¿Existe un buen entente con las Empresas Principales? ¿Puede mejorarse la relación?
En general, uno no se entiende demasiado bien con las Empresas Principales. En todo caso se entiende bien con las personas con las que trata, y no siempre con todas. Algunos actúan con prepotencia por el “logo” que les ampara, y aún no han asumido que la empresa externa es una prolongación de la suya. Y estoy hablando de aquellos que anteriormente ya mandé al sótano, y que a día de hoy ostentan el mando, que no el conocimiento.
En la industria en general la relación empeorará. Menos alegría. Los márgenes de unos y otros se reducirán. La necesidad creará más tensiones. Algunos se aprovecharán. Los otros competirán con malos modos. Al final
nadie saldrá ganando. Y conste que deseo equivocarme.

¿Qué opinas del Salón del Mantenimiento, Montajes e Instalaciones? ¿Es un acertado punto de encuentro entre oferta y demanda en su ámbito?
Es un punto de encuentro por el que circula aire fresco. Como debe ser, a orearse, puesto que allí se va, según dice el “jefe”, de vacaciones. Merecidas claro.
Los que no van, porque según ellos no les dejan salir, acaban perdiendo el color, se vuelven enjutos y enlutados, y el horizonte es ya la prejubilación.
El Salón en si mismo ya es conocimiento. El Salón es el reencuentro con uno mismo y con los demás. ¿No montamos el Belén todos los años?
Salvador, para finalizar. Tu experiencia en Mantenimiento, en la Asociación, en la vida profesional, etc. es muy intensa y extensa. ¿Serías tan amable de enviar “tu mensaje” a los responsables de Mantenimiento?Lo primero y más importante es el “amor” al oficio. El que no lo tenga que abandone. Hay otros campos en los que ejercer, con horario fijo y fines de semana libres.
Lo segundo adquirir los conocimientos suficientes para poder ejercer la autoridad.

Lo tercero, participar en esta “revolución de los técnicos” que desde hace tiempo vengo predicando.

La AEM y sus comités son un buen camino.

Y cuarto levantarse temprano, hacer bien el trabajo de cada día y no jubilarse nunca.

30 Aniversario fundación Asociación Española de Mantenimiento AEM

Nombramiento Socio de Honor a Salvador Carreras Cristina.
Más inforción aquí:
http://www.aem.es/SOCIOS/Cena%20celebracion%2030%20aniversario%20aem%20noticia.htm

viernes, 24 de julio de 2009

REFLEXIONES SOBRE LA DERIVA DEL MANTENIMIENTO EN ESPAÑA

Deriva.-Abatimiento o desvío de la nave de su verdadero rumbo

por efecto del viento, del mar o de la corriente.
Sin dirección o propósito fijo, a merced de las circunstancias.






Ambas acepciones puede que definan el estado actual del mantenimiento: perdido el rumbo y a merced de las circunstancias.

Aunque sumergido en un mar de modernidad * que casi nadie comprende y pocos utilizan, el mantenimiento, como básico en la sociedad, aún sobrevive en su variante más clásica. Y campea, aunque no campechano, y sí desorientado, por antiguo, más este último que el primero.

Cuatro décadas atrás un “clásico” desconocido. Pero adquirió rango superior y los responsables de entonces, son hoy personajes míticos.**
Lentamente y modernizándose, entraba en el cuarto oscuro, empujado por el mal de nuestro tiempo, la competitividad, engendro que se desarrolla gracias a los economicidas, que no a los economistas. Los mismos que tuvieron la peregrina ocurrencia de alentar a los del “oficio”, algunos en prejubilación, a tomar lecciones de economía interesada. Aprender a esquilmar.
El aprendizaje del inglés era, como pasatiempo, más inteligente. Tiempo de escaqueo. Algo así como el recreo en un patio sin colegio.

Y estoy hablando desde el conocimiento. Secretario General de la Asociación Española de Mantenimiento, desde su inicio y durante 26 años, y casi cuarenta en una empresa de servicios como es Petit. Y siempre asiduo de Ca l’Isidre, hombre culto, allí por el Paralelo, en diagonal el Molino, que de todo hay que saber y también degustar. Fidelidad incuestionable. Y él lo sabe. Y de mantenimiento también de tanto oír.

Hubo un tiempo en que humanistas y científicos practicaban el optimismo del saber, sin la prioridad de unos sobre otros en espacios de conocimiento y no de consumo cultural.

He conocido y sigo, a muchos de los que este es o ha sido su quehacer diario. He conocido y sigo a empresas de sectores varios, demasiadas ya en la gloria, con más cultura o menos, más adineradas o casi pobres, con directivos capacitados y también incompetentes, con profesionales entregados y con vividores del cuento, en épocas de vacas gordas y flacas, y he de convenir que me he maravillado con unos pocos y desalentado con demasiados. Y sigo en ese estar.

Aparte empresas de compleja tecnología, otras de boyante presupuesto por cuestiones de riesgo, por mentar una razón, algunas con dinero público más que suficiente, pues el bolsillo es de los otros, o sea nuestro, para el resto, en general, el mantenimiento, hoy no da la talla. En algunas es mediocre. Anquilosadas estructuras .Y con la crisis aún se puede volver más a lo viejo.

Causas las hay.
No todo es ignorancia o no querer hacer. Tampoco incompetencia.
En todo caso la que proviene de los despachos, allí, en la capital.
Conozco algunos que nunca han considerado visitar sus centros productivos quizás por estar estos en la periferia, la de las autonomías. Las que su otra frontera es el mar. Motores imprescindibles del escamoteado mapa ibérico.

Y repito, hay razones.
Sufre un problema estructural de primera magnitud: la desproporción entre el presupuesto y las necesidades reales. En pocos años un déficit enfermizo. Tan crónico que corroe el patrimonio.

El estado de ánimo y la actividad de los equipos técnicos están impregnados de una general insatisfacción.
¡Hay que largarse de aquí cuanto antes! Mejor a prevención, donde la ley impera, e imponerla, pone.
Además, escrupuloso horario, de lunes a viernes, sin sorpresas, aburrido, con tiempo sobrado para la previsión anticipada de puentes y acueductos.
El sentido común del que tanto precisa el mantenimiento, no está condicionado a ningún reglamento y eso es peligroso, pues confunde, alegan.
Y no es que esté yo en contra de la prevención, sino ella, que no favorece cuando podría, haciendo difícil lo más sencillo y obvio. Hay que facilitar la vida a las empresas.
Más papel, que confeti en el carnaval de Río, que se contradice con aquél ya trasnochado, por imposible, “cero papeles”.

En lo nuestro se han asentado, individuos mediocres que ejercen como doctores, y doctores que mal atienden a la mediocridad, que de algo hay que vivir.
Algunos siguen sometidos al pasado y otros, desde la ensoñación, creen inventar un futuro, sin tener el conocimiento, cuando lo que toca es ser por entero presentes.
Porque el presente es lo que se lleva, aunque no guste.
Es como el cambio constante del ancho de la corbata, que no gusta pero se instala.
Y así el ropero lleno.
Sucede igual con los programas de gestión, que cuando ya se dominan te inoculan otro, generalmente coincidiendo con cambios en la cúpula.
¿El objetivo?
Controlar más y mejor, pero sucede que en estos traspasos, se pierde la noción de lo que se está haciendo, tanto como el tiempo que en ello se invierte, para después volver a empezar.

Están los que nunca supieron de ciencia, por no entenderla, y que sí se diplomaron e incluso doctoraron en la de contravenir a todo técnico capaz de medir un nano-amperio. Ojo, diez a la menos nueve. No es broma.
Son los pluridiscapacitados. Muy modernos pero muy huecos.
Propiciados por los gurús, antes portadores de verdades absolutas, luego profetas de la catástrofe y ahora ermitaños de cuevas recónditas, leprosos diría, se adueñaron del cotarro blindando su ignorancia para defenderse de los conocedores del arte de mantener.

También aquellos, desde siempre, expertos y estudiosos, en su día ilusionados, que obedientes por disciplinados no tuvieron el ánimo en un momento concreto en el que fueron llamados a hacer lo que correspondía, cumplir su cometido, y de ahí al traste y pérdida de nivel en el estamento, y así en cadena.
Desde arriba hasta abajo.
El desprestigio de la función. Recordar que hubo quien disfrutó de chófer y economato.

Algunos se rebelaron. Pocos, ascendieron. Los mejores. Sobre todo por carácter y valentía. Seguridad en sí mismos y en conocimiento. Llegaron a la Dirección General e incluso a la Presidencia.

Otros, apartados, los exiliaron a las américas, las de los pobres.
En la selva cumplían años, que celebraban, eso si, en buena compañía. Cosas de este oficio, que no todo es malo.
El afecto por lo que creían suyo, trocó y llegó el desapego, que persiste sin solución.

Y los listillos de media bofetada que se aferraron al cargo asintiendo a todo. Cabreados, pero asintiendo. Luego prejubilados. Ancianos a los que había que dotar de un retiro suficiente, dice el capítulo X del Fuero del Trabajo del año 38, firmado en Burgos y no digo quién.(***)

Tanto despropósito consentido e insensibilidad hacia los valores de los oficios sólo es posible en épocas de penuria mental, consecuencia, de que los que aquí mandan y ordenan, proceden del “derecho”. Liantes.

Demostrado queda que el crecimiento económico de este país, entre otras carencias, no ha parido una nueva generación de notable nivel cultural. Todo lo contrario, con excepciones, claro. Y así tanta gente al desecho.

Se dejaron plazas de aprendizaje, para asaltar sillas de cargos inventados en la administración. Había que opositar y esto mérito tiene.

Se dejaron oficios medio aprendidos para ir a mejor dinero. Aquí no había necesidad de saber. Y siguen ahora pobres e ignorantes de todo.

Y tendrán que volver a las aulas si quieren la caridad que les ofrecen. Obligados.
Muchos harán el “paripé”, palabra caló, habitual en el país, pues se va a repartir más que la lotería.
Es el turno de los tenderetes, kioscos y mercadillos de la formación que resucitan.
Y a la próxima, otra vez igual.
Y así el sector, siempre deficitario de gente capacitada.

En la actual cultura en la que todo se contrata, estamos, en general, en una situación inexplicable que muchos no entendemos. Tampoco sabemos como ha sucedido. Únicamente lo constatamos. En lo que en un principio es noviazgo, luego matrimonio, ayuntamiento, o pareja de hecho, ya no se trata de colaborar, ni asumir conjuntamente responsabilidades, ni trabajar en equipo, ni felicitarse mutuamente.
Lo importante es que pague el otro. Exigir en tono amenazante. Así se va poco a poco la ilusión. La de ambos, claro.
Unos, que en realidad son pocos, producen las atrocidades. Otros pocos intentan mitigarlas. Otros que son la gran mayoría, actúan como testigos silenciosos.

Y también se va el conocimiento de aquello de lo que uno es responsable y que heredó de otros ya mayores, que utilizaban papel cuadriculado encuadernado, goma y lápiz, para los históricos. Los modernos las tiraron con los muebles una vigila de San Juan en un frenético aquelarre. Mantenimiento avanzado, se le llama.

¿Y a dónde se fue y se va tanto saber atesorado?

Se traspasó y sigue, sin garantías, ni más ni menos. Cómodo, barato en principio, pero insensato.
Y así unos pocos al mando de toda una tribu, algunos en nombre de multinacionales, son capaces de abrir entrañas, operar, cerrar y suturar.
Otra cosa es que luego se infecte. Si nos engañan con la leche, como quieres que no explote el gas, comentaban dos vecinas.

Lo que va, de veras, es algo parecido a jugar al fútbol sin pelota, por utilizar una expresión de Patricia Gabancho en su libro Crónica de la independencia.
¿Qué es jugar sin pelota?.
Sobre todo seguir la moda. Hacer políticas sin saber muy bien el objeto de estas, sin distinguir lo estratégico de lo táctico, sin creer demasiado en el propio equipo, desconfiando incluso. No fiarse de nada ni de nadie. Jugar sin pelota es simular, hacer como si, ejecutar algo que constituye un absurdo, a sabiendas de que lo es.

La revista Mantenimiento es claro exponente de que sí existen sabios y serios ejercicios de implantación y seguimiento de todo aquello que nos llega de los más ricos por desarrollados, y de cosecha propia por afición y tenacidad de algunos. Empecinamiento.
También de mucha experiencia adquirida que se desea transmitir.
Constancia la da la bibliografía, extensa, de los artículos que en ella se publican.

¿Qué sucede pues?

El mantenimiento industrial que es el más conocido y antiguo, se queda sin clientes. La globalización que en este caso es des-localización es el causante primero. El estado del bienestar su mejor aliado. Los costes sociales aparejados, la puntilla.
Hay que exportar los sindicatos allí donde no hay escrúpulos.

Hay que volver a las fábricas. Primero, tendrán que hacerlo los empresarios, bien acompañados.
Aunque antes habrá que dotarlos de confianza suficiente, cosa ya difícil.

Los técnicos, antes que a los despachos, a los “talleres”, los propios o los por prolongación casi propios pero sin obligaciones de propietario.
Primera respuesta a la eterna pregunta de porqué se contrata.

El pánico que se apodera de muchos, a la hora de tomar decisiones, en aquellas empresas en las que los correos electrónicos se controlan desde Nueva York, Londres o París. Espada de Damocles que atenaza y aborta las ideas. Tanto informe que recorre un
camino ascendente con destino incierto, para ser archivado, o denostado, a veces exitoso, pero ya tardío por el tiempo transcurrido. Desaires, que produce la disciplina financiera.

Hay que aprender lo que la universidad no enseña.
Eterna queja. Y seguirá, estamos en España. País de autonomías, en el que cada vez que hay cambio de gobiernos lleva aparejado el cambio del sistema educativo sin que el otro haya concluido y tampoco valorado. Nueva receta, esta vez sí, dicen los autores.
Y vuelta a empezar, para no terminar, en todo caso, pronto y mal.

Lo que toca es destetarse, asombrarse ante lo que es inalterable. Los oficios. Hay que poner puentes donde hay muros. Porque donde se levantan muros, alguien queda encerrado.

En esta etapa hay que estar tanto tiempo como se requiera. Luego se puede opinar sin decir bobadas.
El conocimiento da la autoridad y es entonces cuando las órdenes se aplauden. Se ejecutan con convencimiento. El equipo es uno solo. Todos a una.

Permite enfrentarse a los “otros”, los que no saben de esto, con lenguaje propio, del que convence por el tono seguro de lo que se dice.
Noquea al contrario que solo sabe de objetivos en un monólogo sin sentido, que en general no admite discusión. En contra, el “otro” anonada al que no reacciona por no saber y que por tanto no convence, e incapaz, no transmite la obviedad de lo que se discute.

El conjunto mesa, silla y ordenador, son sólo una herramienta para gestionar, pero para después, cuando ya se está maduro.

Hay otras cosas que mantener, que no tienen el marchamo de lo industrial.
Por más novedosos y recientes ya tienen nombre anglosajón.
Como el Facility Managment o el Facility Services.

Es aquí a donde van y permanecen ahora la mayoría. Con el culo inquieto o al aire, depende. Inestabilidad continuada.

El negocio del mantenimiento está hoy en las grandes urbes, aunque en ellas, nadie, nada fabrica, exceptuando seres hacinados en pisos y locales de la economía mal llamada sumergida, pues no se ahoga, y que es la que ahora toca, que al menos arroz, dan.

Y sí en cambio se consume y mucho.
Entretenimiento de producción propio de la cultura del consumo de masas.
Edificios singulares. Parques temáticos. Depuradoras. Desaladoras. Centrales de Ciclo Combinado.
Transporte colectivo. Grandes superficies. Instalaciones que ofenden a vista y olfato, disimuladas bajo grandes complejos arquitectónicos. Obras subterráneas y así hasta los socavones.

Aquí es dónde el desconocimiento de lo que hay que mantener se hace más notorio.
Y constancia tengo de que hay voluntad de hacerlo bien.
Y otra vez lo mismo. Cuatro que algo saben y un montón de relleno. (****)
No se cumplen plazos. Las obras se eternizan, tiempo que hay que sumar al perdido en las discusiones mal llamadas políticas. Los costes se disparan.
Algunos tardan tanto que a la hora de cobrar, los que decían que pagaban ya se han ido. Las UTE’s, por ejemplo.

Aquí es donde debería aprovecharse la experiencia adquirida durante tantos años en la industria.

El proyecto. La ejecución. El presupuesto. La gestión. Los contratos. La formación.

Y hablando de formación, ingente la que proporciona desde hace 30 años la Asociación.
Allí va uno a distraerse, dicen. Vacaciones pagadas, advierte la “empresa” por boca de un acólito, que cree que todos son de su condición.
El madrugón. El tráfico. La espera en los aeropuertos. El desnudarse. El taxi angosto. Jornadas que no terminan. Salas más bien incómodas. Largas conferencias. Algunas estoicamente, respetadas, sin abandono. Y la noche, tras la puerta de la habitación. La soledad. Algo de acidez. Y así hasta el viernes. Prisas, aviones con retraso, turbulencias, un mal rato. La maleta perdida. Llegar a casa y los críos ya dormidos.


Los sistemas de predicción, amparados en el mantenimiento preventivo, famosa disciplina porque es de las pocas que nos permite hablar del futuro con cierta precisión. Este futuro que nos cautiva por motivos obvios.
El “arte” que conjuga la experiencia, el conocimiento, la memoria, la intuición y, necesariamente sin excusa, el sentido común.

“Y este conjugar lo es todo”. Repito: experiencia, conocimiento, memoria, intuición y sentido común.


Pongo en último lugar el sentido común, como dique de contención por si en alguno o varios de los otros, se mete la pata, ya que tener experiencia, o sea oficio, conocimiento, referido al funcionamiento de la instalación o equipo, memoria, lo que sería el histórico casi nunca disponible, e intuición, don innato en el ingeniero, si más no, debería, es tanto como un póquer de ases y ante cualquier disparate tiene que prevalecer.

Cualquiera de estas, falla, y la predicción al traste.
El mantenimiento en descrédito.
Y para salvarnos, entonces imprescindible y recomendable el “tarot”.

Por que una cosa es la previsión, otra la predicción, otra el pronóstico, y el que vale, el diagnóstico, que debe ser certero.
Este atrevimiento es el que a uno le compromete, y no todos están dispuestos, ni tienen la capacidad. Ni la tendrán porque están ocupados en lo que no importa. De hecho ni tan siquiera realizan lo poco que anuncian.

En todos los sistemas de mantenimiento conocidos y por explorar hay que contar inexcusablemente y antes que nada, con el valor añadido de la técnica y de los técnicos. Y eso hoy no es así. Relegados y escasos de autoridad, laboran casi mudos.

El mantenimiento es hoy pobre, inhóspito y agitado.
Y lo sé por que lo sufro.
Pobre, por falta de presupuesto. Es evidente
Inhóspito, por ingrato, incómodo, incluso desagradable
Agitado, pues se desarrolla muy activo y falto de tranquilidad

Y curiosamente el mantenimiento es un sector que nunca se ha rebelado contra las normas establecidas.

Quizás por que tampoco es tan importante como ambicionamos, con excepciones.
Y no será que no “entretiene” a una buena parte de la población activa.
Con humildad podríamos convenir que no siempre se le sabe dotar de sentido.

Aceptar, que el departamento es la oveja negra, el gasto que nunca acaba, y donde siempre empieza el recorte haya crisis o no, es predicar el evangelio, historia de la vida, doctrina y milagros del mantenimiento.

Y esa es una realidad sempiterna, porque teniendo principio no tendrá fin, por más reivindicaciones en congresos, cursos, seminarios, prensa escrita, en un continuo lamento de lo que pudo ser y no fue.

Aún hoy, cuando la “logística”, ***** por cuestiones de economía, ha sobrepasado también al Mantenimiento, no he conocido a nadie de estos menesteres que sepa de donde procede tal vocablo.

Extrapolando, encontraríamos a más de uno con serias dificultades para definir de forma escueta y precisa, la función mantenimiento.

Porque aquí sucede de nuevo lo de la corbata. Con tanto cambio en su definición se diluye su esencia original y más profunda, y por tanto su comprensión.

Y hay que aceptarlo. Sin más.

Un acto de fe para creyentes, también ateos y sobre todo agnósticos.
La revolución de los técnicos que yo tanto predico, ya pasó, sin provecho para demasiados, por no habernos percatado de ello, como pasa la niñez, como pasa la vida.

Pero como que todos los cuentos terminan bien, otro final es posible, y lo escribirá cada cual como mejor sepa y pueda. Hay caminos y ánimo para recorrerlos. Tan solo falta encontrar el “rumbo”, que no la deriva.


Y así terminaba esta historia y así la entregué a la Asociación Española de Mantenimiento.




Luego tuve la noticia de que el Congreso quedaba postergado.
La puñetera crisis.

Pero hoy, jueves 16 de julio, festividad del Carmen en La Vanguardia y en portada, leo que la Audiencia Nacional envía a un juez a vigilar él las obras del AVE a ver si dañan la Sagrada Familia. El gobierno de España ha pedido un control sobre los riesgos de la construcción del túnel.

Primero fueron los técnicos, llegaron más tarde los economicidas, y sin darnos cuenta se nos colaron los logísticos, que dejaron de gobernar con la llegada de los técnicos en prevención de riesgos laborales, y cuando parecía que no había ya más amenazas, aparece el poder judicial que dictamina si las obras del tren tardío se ejecutan correctamente.

Definitivo, este cuento no acaba bien.




Salvador Carreras Cristina – Julio 2009


Miembro Fundador y Ex-Secretario General de la Asociación Española de Mantenimiento
Director Técnico de Petit





Ver anexos en páginas siguientes




















* Anexo 1 Los acrónimos o el Glosario de la modernidad
** Anexo 2 La Gloriosa Caballería

*** El Fuero del Trabajo
Firmado por El Caudillo el día 9 de Marzo de 1938-II Año triunfal
Capítulo X-2
“Se incrementarán los seguros sociales de: vejez, invalidez, maternidad, accidentes del trabajo, enfermedades profesionales, tuberculosis y paro forzoso, tendiéndose a la implantación de un seguro total. De modo principal se atenderá a dotar a los trabajadores ancianos de un retiro suficiente”.

**** La Vanguardia.- Domingo 12 de Abril de 2009-Ofertas de Empleo

Importante Empresa de Servicios Busca
Personas discapacitadas (mínimo 30%)
Imprescindible carnet de conducir. Vehículo propio
Para concertar entrevista llamar al Tel...
.
Era el único anuncio relacionado con los servicios, exceptuando los sanitarios,
que parece andamos muy escasos.

***** Logística.- Parte del arte militar que se ocupa de la situación, del movimiento y
de la alimentación de las tropas en campaña.
En otro tiempo tomaban en Francia los oficiales del Estado Mayor el nombre de
“Mariscal de Logis”. De la voz logis proviene el término logística.
Por cierto incluía los “talleres”. El mantenimiento ya estaba entonces sometido.








El mantenimiento en épocas de crisis- Monumento
Anexo 1

Los Acrónimos o el Glosario de la modernidad (*)


“Bajo el paisaje moderno subyace una realidad ancestral”


AEM.-Advanced Engine Management/Aerospace Engineering and Mechanics
AKS.- Asset Knowledge Science/Academy of Corean Studies/Aluminium-Potassium-Silicon
AMFE.- Análisis de Modos, Fallos y Efectos
ANS.- Acuerdo de Nivel de Servicio/American Nuclear Society/Anna Nicole Smith
APPCC.- Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos/Association of Private Pet Cementeries and Crematoria
BPM.- Business Process Management/Beats per Minute/Brushless Permanent Magnet
BRC.- British Retail Consortium/Black Radical Congress/Bisexual Resource Center
CBM.- Mantenimiento Basado en la Condición/Currículo Based Measurement/Certified Business Manager/Capacity Benefit Margin
CFR.- Code Federal Regulations/Case Fatality Rate/Constant Failure Rating/Carbon Film Resistor
CMI.- Cuadros de Mando Integrales/Cambridge MIT Institute/Consejo Mundial de Iglesias/Certified Mechanical Inspector
CMMS.- Computerized Maintenance Management Systems/Computerised Maintenance Management Software
CR.- Capacidad de Realización/Copyright/Czech Republic/Credit Rating
CRC.- Centro Regulación y Control/Committee on the Rights of de Child
DAFO.- Debilidades-Amenazas-Fortalezas-Oportunidades/Dynamic Ankle-Foot Orthosis
DDD.- Desratización, Desinsectación, Desinfección/D’ont Drink and Drive/D’ont Do Drugs/Drop Dead Date
DSS.- Decisión Support Systems/Defensa Security Service/Dead Sea Scrolls/Demkratska Stranka Srbije
EAM.- Enterprise Asset Management/Electric Accounting Machine/Executive Account Manager
EPOC.-Engeneer Plant Course/Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica
ERP.- Enterprise Resource Planning/Emergency Reponse Plan/Earth Rotation Parameters/Ejército Revolucionario del Pueblo
ETI.- Especificación Técnica de Interoperabilidad/Ente Teatrale Italiano/Extraterrestral Intelligence
FAQs.- Frecuently Asked Questions/Fair Average Quality(s)
FEED.- Front End Engineering and Desing/Front End Engineering Development
FI.- Fiabilidad de las Instalaciones/Forza Italia/Forget It/Fixed Income
FM.- Facility Managment/Follow me/Football Manager/Foreing Minister/Fireman
FMEA.- Failure Modes and Effects Analysis/Florida Music Educators Association/Florida Municipal Electric Association
FMP.-Facility Master Plan/Florida Marine Patrol/Fernando Martínez Pérez
G2L.- gestión Global de la Lubricación
GIM.- Gestión Integral del mantenimiento/Global International Maintenance/Gène Industriel et Maintenance/Global Islamic Media
GIS.- Global Informations Solutions/General Information Service/Global Infrastruture Services/Green Iguana Society
GLAO.-Gestión de la Lubricación Asistida por Ordenador
GMAO.- Gestión del Mantenimiento Asistida por Ordenador/Global Modeling and Assimilation Office (NASA)/Giggling My Ass Off
HACCP.- Análisis de Riesgos y Puntos Críticos
ICS.- Indices Comunes de Seguridad/International Chemonetrics Society/Intelligent Computer Solutions/International Camellia Society
IFS.- International Food Standard/Industrial and Financial Systems/I Feel Stupid/Indian Forest Service
IFYS.- Inspección de Seguridad y Comprobaciones Funcionales ¿?
IG.- Instrucciones Generales/I Guess/Inspector Gadget/Isolate Ground
IS.- Indice de Siniestralidad/Intelligent Systems/Industry Standard/Internet Society/Industrial Safety/Indianápolis Star
ITM.- Instrucciones Técnicas de Mantenimiento/Item/Information Tecnology Managment/In The Moment
JIT.- Just In Time/Joint Investigation Team/Job Information test
JTL.- Just Too Late (JIT)/Journal of Tort Law/Joint Theater Logistics
KM.- Knowledge Management/Kilometer/Key Management/Kiss Me/Kitchen Manager/Kashimashi
KPI.- Key Performance Indicators/Kuwait Petroleum Internationa
LTMC.- Long Time Maintenance Contracts
MCS.- Métodos Comunes de Seguridad/Microsoft Consulting Services/Monitoring Control and Surveillance
MDSS.- Maintenance Decisión Support System/Marketing Decisión Support System/Material Data Saafety Sheet
MIB.- Máster en Negocios Internacionales/Management Incentive Bonus/Medical Information Bureau/Moscow Industrial Bank
MGI.- Máster en Gestión Internacional/Mckinsy Global Institute/Military Geographic Information
MKBF.- Mean Kilometer Between Failure
MME.-Modelo Mantenimiento-Economía/Madame/Mobility Management Entity/Municipal Maintenance Equipment/Mercado Mayorista de Energía
MPI.- Maintenance Priority Index/Max Planck Institute/Magnetic Particle Inspection/Myocardial Perfusion Imaging
MP.- Mantenimiento Predictivo/Military Police/Mega Píxel/Management Plant/Monthly Payment
MRI.- Máster en Retail Internacional/Magnetic Resonance Imaging/Medical Research Institute
MRO.- Maintenance, Repair and Overhaul/Maintenance, Repair & Operations/Maintenance Repair Order/Mars Reconnaissance Orbiter/Missión Radio Operator
MTBD.- Tiempo Medio de degradación Tecnológico/Mean Time Between Demands/Metropolitan Transit Development Board
MTBF.- Mean Time Between Failure/Mean Time Before failure
MTBM.- Mean Time Between Maintenance/Mean Time Between Malfunctions/Microtunel Boring Machine
NPR.- Número de Prioridad de Riesgo/Noise Power Ratio/Northem Pacific Railroad/Naval Petroleum Reserves/Noise Preferential Routes(air traffic cntrol)
NTC.- Normas Técnicas de Circulación/Notice/negative Temperature Coeficient/Naval Training Center
NTM.- Normas Técnicas de Mantenimiento/Not To Mention/Not Too Much
OCM.- Operating Capability Maintenance/On Condition Maintenence/Olympic Council of Malaysia/Oracle Certified Master
OCS.- Objetivos Comunes de Seguridad/Outer Continental Shelf/Overseas Courier Service
OpeMAO.- Operación de Mantenimiento Asistida por Ordenador
PAM.- Plant Asset Management/Programme Alimentaire Mondiale/Precission Attack Missile
POCA.- ¿?/Point of Closest Approach/Possessión of an Open Container of Alcohol
PCC.- Puntos Críticos de Control/Partido Comunista de Cuba/Poison Control Center/Panama Canal Commission
PdM - Mantenimiento Predictivo/Pruduct Data Managment/People’s Democratic Movement/Physical Data Model
PFI.- Private Finance Initiative /Power Fail Interrupt/Programable Function Input
PPR.- Programas de Prerrequisitos/Paper/Prior Permission Required/Peste des Petits Rumiants
PPRO.- Programa de Prerrequisitos Operativos
RASFF.- Rapid Alert System for Food and Feed
RBC.- Razonamiento Basado en Casos/Real Business Cycle
RBI.- Risk Based Inspection/Relative Bearing Indicator/Results Based Incentive.
RBM.- Results Based Management/Risk Based Maintenance/ Reliability Based Maintenance.
RCA.- Análisis de Causas Raíz/Recovering Couples Anonymous
RCC.- Operaciones de Ciclo Medio/Roman Catholic Church/Rescue Coordination Center
RCFA.- Análisi Causa Raiz de Fallos
RCM.- Mantenimiento Centrado en FiabilidadRecording Current Meter/Royal College of Music
RCS.- Repuestos Centrados en Fiabilidad/Revisión Control System/Remote Control System
REX.- Retorno de Experiencia/Regional Express (Australian Airline)
RFIG.- Red Ferroviaria de Interés General/Radio Frecuency Identity and Geometry
ROA.- Return On net Assets/Reporta Of audit./Remotely Operated Aircraft
RS.- Reliability Systems/Remote Sensing/Rolling Stone
RTM.- Responsable Técnico de Mantenimiento/Registered Trade Mark/Read The Manual/Radio Televisión Malaysia
SIG.- Sistema Integral de Gestión/Signal/Signature/Sistema de Información Geográfica
SGI.- Servicios Generales Integrados/Studens for Genital Integrity/St. George Island
SIM.- Sistema Inteligente de Manufactura/Singapore Institute of Management/Selected Ion Monitoring
SLA.- Service Level Agrement/Sri Lanka Army/State Liquor Autority
SLM.- Service Level Management/Sudan Liberation Movement/Sound Level Meter/Sul Livello du Mare
TPM.- Total Productive Maintenance/Total Productive Manufacturing/Total Preventive Maintenance/Tensäo Pre-Menstrual
UMMM.- Unidad de Mantenimiento de Material Móvil


(*) La primera acepción procede de los artículos publicados en la revista Mantenimiento. Las otras son ciertas, algunas hasta divertidas.



Anexo 2

La gloriosa Caballería

Abellán Palahí, Juan Luis
Johannessen, Bjon

Abu Mahfouz, Mohammed
Juric, Zoran

Al-Maaytah, Montaser

Katarzynski, Stefan

Almousafi, Maha

Lanvin, Jean

Álvarez Álvarez, Armando

López Ramírez, Ramón

Álvarez Cuervo, Gerardo

Lores Martínez, José

Alves Pereira, Antonio José

Malmholt, Olof

Arancibia Munsuri, Julián

Massanella Brossa, José

Arnau Figuerola, José

Maza Sabalete, Juan Pedro

Baird, David

Menéndez Ordiales, José Luis

Baldín, Asturio

Mitjavila Giró, Juan

Barahona, Fco. Javier

Mor Capell, Carlos

Basco Ricart, Felipe

Moreu Malaret, Enrique

Biosca García, Ángel Luís

Murtra Ferré, Isidoro

Borda Elejebarrieta, José María

Ogus, Arnold

Bravo Montañés, Francisco

Palencia Led, José Luis

Brouchon, Lucien

Pejak, Petar

Chirino Anzures, Jorge

Peñalvo Ruiz, Agustín

Clavijo Tornero, Antonio

Pérez Ramírez, Rafael

Coria Bravo, Alejandro

Rayo Peinado, José Pedro

Corretger Rauet, Manuel

Renkes, Dieter

Crespo Marcelo, Francisco

Rey Sacristán, Francisco

Cuesta Álvarez, Martín

Rino Vidoz, Armando

De Gracia Cañaveras, Juan

Rodríguez Darnés, Pedro

Díaz Navarro, Juan

Rodríguez Díaz, Otto

Dovale Ferreiro, José Antonio

Rodríguez Olcina, Jesús

Duque Montero Leite, Adriano

Rolán Vázquez, José

Elizagárate Pérez, Carlos

Romero Vázquez, Alicia

Escuder Fabregat, Francisco

Ruiz Canales, Juan

Fabrés Díaz, José Luis

Salvetti, Steffano

Gálvez Julve, José Antonio

Sánchez García, Ángel Luis

García Pascual, Luís

Schäer, Frank

Geraerds, Willem

Searle, Jim

González Fernández, Fco. Javier

Targheta Arriola, Luis

González Medina, Ulpiano

Tita Paleta, Francisco José

Hadad, Samir

Toral de la Arada, José Manuel

Hämäläinen, Jorma

Treserra Amigó, Agustí

Jaumandreu Patxot, Joaquim

Verdera Tomás, Ernesto

Jiménez Rueda, Antonio

Wahid Al-Ani, Abdul



Y algunos/as más que no menciono por falta ya de memoria y que espero me disculpen.